"Las personas reclutadas por el Ejército simplemente no quieren combatir. No les interesa, no quieren ser asesinadas (…), y al parecer, este sentimiento ya ha alcanzado un carácter generalizado. 438 personas es un batallón entero que voluntariamente se ha negado a participar en los combates", explicó.
Si entraron voluntariamente en el territorio ruso, significa que se dan cuenta de que nadie los va a matar, encarcelar ni torturar
Según Mijéyev, "la propaganda oficial de Kiev intenta retratar la guerra como un combate a muerte con un terrible agresor".
"Pero los ucranianos no ven a Rusia como se percibía a la Alemania nazi. Si entraron voluntariamente en el territorio ruso, significa que se dan cuenta de que nadie los va a matar, encarcelar ni torturar. Para ellos Rusia es parte de una patria común", explicó el experto.
El caso de la petición del asilo de militares ucranianos, según Mijéyev, afecta a la idea nacionalista ucraniana y a la idea de la diferencia entre los ucranianos y los rusos. "Cuantas más personas que no quieren luchar reclute Kiev, más casos parecidos tendrán lugar", asegura Mijéyev.
Por su parte, el periodista político Dmitri Bábich cree que los soldados ucranianos tienen más confianza en Rusia que en su propio país. "Los soldados ucranianos no confían en sus autoridades, sienten que los han abandonado. Estaban rodeados, se quedaron sin comida ni municiones, y en estas condiciones decidieron dirigirse a Rusia", expuso.