El proyecto de la nueva ruta de tránsito de cargas entre Europa y Asia usando el transiberiano fue propuesto hace ya varios años.
Austria y Rusia firmaron un memorándum de entendimiento pero desde entonces el proyecto está estancado a causa de su alto coste, evaluado en 6.000-9.000 millones de euros, informó el portal 'Wiener Zeitung' citando a fuentes cercanas al proyecto.
Alexander Biach, director de la Alianza Económica de Austria, que representa intereses empresariales, insiste en impulsar el proyecto con nuevos métodos de financiación menos costosos para el Estado.
Según Biach, una asociación público-privada en la que los costes y los riesgos recayeran sobre inversores privados es imprescindible.
A finales del próximo octubre una delegación austriaca se desplazará a Moscú para negociar el asunto, según el portal.
La extensión del ferrocarril de ancho ruso hasta Viena abriría oportunidades de negocio, y las sanciones contra Rusia no son un obstáculo en absoluto, cree Biach.
"Es un proyecto económico que podría estrechar las relaciones de amistad entre nuestros países", comentó el empresario.
Actualmente el tránsito de cargas entre Europa y Asia se lleva a cabo principalmente por vía marítima, hasta los puertos de los Países Bajos, lo que tarda cerca de un mes.
La nueva ruta reduciría el tiempo a la mitad.