El presidente de Ucrania permite llamar a filas a la tercera edad

A partir de ahora en la campaña militar contra las autodefensas del suroeste de Ucrania participarán también ancianos. O al menos el Ejército del país tiene ahora autorización para llamarlos a filas.
El presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko, ha firmado este 8 de agosto una ley que eleva la edad máxima de los reservistas. A partir de ahora podrán ser movilizados soldados, sargentos y oficiales en la reserva menores de 60 años, y los altos cargos militares, menores 65 años. Anteriormente, la edad máxima era 50 años.
  Matemáticamente, resulta que solo se beneficiarán 160 familias

Asimismo, el Gobierno ucraniano ha aprobado el abono de 500 pagas básicas a las familias de cada militar fallecido en servicio, lo que equivale a 609.000 grivnas (52.000 dólares). En total, se asignarán unos 8 millones de dólares a estos pagos. Las autoridades aseguran que las sumas necesarias saldrán del fondo especial de reserva, pero de momento no se dan ni plazos ni detalles de la realización de los pagos. Sin embargo, algo salta a la vista: matemáticamente, resulta que solo se beneficiarán 160 familias. Sin embargo, Serguéi Gorójov, del grupo Por la Paz y la Estabilidad del Parlamento ucraniano, da la cifra de al menos 2.500 militares ucranianos fallecidos desde que empezó la ofensiva contra el sudeste.
 
Desde hace tiempo, Ucrania se ve sacudida por protestas contra las campañas de movilización lanzadas por las autoridades. Padres y parejas de los reservistas salen a las calles para demandar que no manden a sus seres queridos a las zonas de combate. Denuncian, además, movilizaciones ilegales: quedan reclutadas a las filas del Ejército incluso categorías especiales como, por ejemplo, padres de familia numerosa, lo que contradice la ley vigente.
 
Mientras tanto, los propios reservistas lamentan tanto los bajos salarios como las pésimas condiciones. Según la televisión ucraniana, suelen cobrar unas 500 grivnas al mes (42 dólares) en vez de las 2.000 grivnas (170 dólares) prometidas oficialmente, o directamente no cobran. Se oyen también muchas quejas acerca de la comida: una dieta habitual es pan seco y cereales cocidos.