Londres podría participar en los ataques aéreos de EE.UU. en Irak

El Reino Unido estudia asestar ataques aéreos contra las posiciones del extremismo islámico en Irak "para prevenir un genocidio". Algunas unidades especiales aeromóviles (SAS por sus siglas en inglés) han sido enviadas ya al país árabe.
De eso informan los periódicos 'Daily Telegraph' y 'Daily Mirror'. Según fuentes del primero, Londres podría unirse a la operación de EE.UU., que prevé desde este viernes la efectuación de bombardeos. "Si la situación sigue en declive hacia un genocidio" también se lanzarían ataques aéreos contra los extremistas islámicos.

"Ante un guion semejante no descartamos nada", señaló la fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores británico en referencia al caso de genocidio. "Celebramos la intervención de EE.UU.", agregó.
 
A su vez, 'Daily Mirror' dispone de información según la cual fuerzas especiales británicas han sido recientemente enviadas a Irak. Su misión es contribuir al rescate de decenas de miles de personas que escaparon de la crueldad de los militantes de Estado Islámico y se refugian en las montañas. 

Oficialmente el Reino Unido solo reconoce el respaldo "técnico y limitado" a la operación estadounidense, reducido al reabastecimiento de aviones en vuelo y a la transmisión de datos de reconocimiento aéreo. Esa es la postura que sigue siendo vigente por el momento, señaló un portavoz de la diplomacia británica en comentarios a la agencia Itar-Tass.
 
Londres admite también el envío de ayuda humanitaria a Bagdad. El primer avión con carga humanitaria ha despegado este sábado. 

Un comunicado difundido el viernes por la tarde desde la sede de la Presidencia de Francia avisó de que Francia también está dispuesta "a participar en el volumen necesario" en acciones que permitan "poner fin al sufrimiento" de la población civil de Irak.

La operación aérea fue autorizada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, ante la dramática situación en la que se vieron los integrantes del grupo religioso yazidí en el norte de Irak.  Decenas de miles de miembros de esta comunidad intentaban esconderse en una montaña en medio del desierto ante las amenazas de los combatientes del Estado Islámico de exterminarlos.