El ministro de Derechos Humanos iraquí, Mohammed Shia al Sudani, añadió en declaraciones a Reuters que unas 300 mujeres fueron secuestradas como esclavas en el norte del país como parte de este ataque que resultó en este asesinato macabro.
Este sábado los testigos de los sucesos que tienen lugar en esta región de Irak dijeron a Reuters que los milicianos del Estado Islámico amenazaron con matar a más de 300 familias yazidíes si no se conviertan al islam.
En las aldeas de Koja, Hatimiya y Qaboshi, las familias se encuentran rodeadas por insurgentes sunitas que están montando una ofensiva al norte de Irak, una situación que ha provocado la indignación internacional.
A principios de junio, Estado Islámico se activó en Irak prometiendo crear un califato islámico en los territorios bajo su control en Irak y Siria. Los militantes se desplazaron a las regiones norte y oeste de Irak. A ellos se unieron sunitas de Irak y soldados del ejército de Saddam Hussein, así como integrantes de pequeños grupos terroristas.
Este jueves el presidente de EE.UU., Barack Obama, autorizó los ataques aéreos contra la zona de la ciudad de Erbil para evitar el "genocidio" de decenas de miles de yazidíes que intentaban esconderse de los extremistas en una montaña del desierto.