"El fracaso a la hora de ayudar a construir una fuerza de combate creíble con los autores de las protestas contra el presidente sirio, Bashar al Assad, […] dejó un gran vacío que los yihadistas ahora han llenado", afirmó Hillary Clinton, exsecretaria de Estado de EE.UU. durante la primera Administración del presidente Obama, en una entrevista concedida a la revista 'The Atlantic'.
Las declaraciones de la político estadounidense coinciden con lo escrito en su reciente libro de memorias que cubren los años en los cuales estuvo al frente del Departamento de Estado, época en la cual fue considerada como una de los principales partidarios, en la Administración de Obama, de prestar más ayuda a la rebelión siria. Así pues, los actuales simpatizantes de Clinton argumentan que su postura de financiar y proveer de armas a los insurgentes sirios ha sido reivindicada por los recientes acontecimientos, indica el autor del artículo.
En este sentido, Clinton también dijo en la entrevista que la situación en Siria podría estar desarrollándose de un modo muy distinto "si hubiéramos tardado menos en entrenado y equipar al grupo central del Ejército Libre de Siria". De haber sido así, EE.UU. "por un lado habría tenido un mejor conocimiento de lo que estaba pasando en el terreno y, por otro, habría ayudado a poner en pie a una oposición política creíble".
"En este tipo de conflictos son los hombres duros y armados los que tienen más posibilidades de convertirse en los principales actores de una transición, y no aquellos que solo hablan desde el exterior", afirmó la exsecretaria del Departamento de Estado en referencia a "un grupo de sirios que pretendieron erigirse como la oposición política en el exilio" mientras los insurgentes "luchaban y morían" en el país.
"Por tanto, era necesario averiguar cómo podíamos apoyarlos [a los insurgentes] en el terreno, equiparlos mejor", dijo. Sin embargo, EE.UU. no empezó a aplicar el plan en el momento apropiado, perdió tiempo y su 'lugar vacante como patrocinador' fue ocupado por los yihadistas. Los grupos radicales 'convirtieron' a los rebeldes en sus aliados y actualmente están ganando más terreno en Oriente Medio, concluyó Clinton.