El consejero delegado de la empresa estatal israelí, Yedidia Yaari, explicó que el rendimiento del sistema respecto a los cohetes lanzados desde la Franja de Gaza ha fomentado el interés extranjero, incluido el de Seúl, que permanece en conflicto con Corea del Norte.
"[A Corea del Sur] no solo le preocupan los cohetes, sino también otras cosas… Seguramente pueda ser incluida en el club de los países interesados", dijo Yaari en una entrevista en la emisora del Ejército israelí citada por el portal Haaretz.
El consejero delegado contó que representantes de su compañía ya han visitado Seúl para promocionar el producto. Sin embargo, no precisó la escala del posible acuerdo con Corea del Sur.
Rafael todavía no ha revelado ninguna venta al extranjero y asegura que prioriza los suministros de la Cúpula de Hierro (Iron Dome) a Israel, que hasta ahora ha utilizado nueve de las doce unidades del sistema interceptor.
Washington ha proporcionado financiación para el desarrollo y suministros del sistema, que cuenta con componentes fabricados por el estadounidense Raytheon.
Según fuentes de la industria armamentística israelí, cada batería de misiles de Cúpula de Hierro cuesta cerca de 50 millones de dólares, y cada misil interceptor entre 30.000 y 50.000 dólares.
El Gobierno israelí y expertos estadounidenses cifran en un 90% la eficacia del sistema durante el mes de la última escalada del conflicto con Gaza.
Sin embargo, argumentos como los de un físico estadounidense ponen en duda y rebajan esta estadística.