El sábado pasado un agente policial disparó mortalmente en la calle a Mike Brown, de 18 años, lo que derivó en una serie de protestas organizadas por los residentes locales. En el momento de los hechos la víctima se dirigía a casa de su abuela, ubicada en un barrio de las afueras de la ciudad de San Luis. Según fuentes policiales, la Oficina Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) llevará la investigación de este caso.
Este lunes los agentes del orden reforzaron el control en Ferguson (localidad de unos 21.000 habitantes donde el 70% es de raza negra) tras los disturbios que siguieron a la muerte del joven. La Policía detuvo a 32 personas sospechosas de participar en los desórdenes, que se saldaron con el saqueo de tiendas, destrozos en vehículos y el incendio de un edificio. Además, al menos dos agentes resultaron heridos mientras intentaban impedir el paso a una multitud enfurecida que acusaba a las fuerzas de seguridad de racismo.
Right now in #Ferguson - Bruh https://t.co/XCKhQ9VSH3
— Christian Johnson (@iPhoneShawwty) 12 августа 2014
Now this. Plus noisemakers. Everybody runs. Reminds me of Cairo. pic.twitter.com/wlYijTHT66
— Matt Pearce (@mattdpearce) 12 августа 2014
Ferguson: people are in the streets, facing police; first arms up, "we shall not be moved"; then "FUCK THE POLICE" pic.twitter.com/mxMqYYoXsN
— Matt Pearce (@mattdpearce) 12 августа 2014