Los 130 consejeros de EE.UU. se dirigen a la capital del Kurdistán iraquí, Erbil, según informa AP citando una fuente gubernamental bajo anonimato. Con la llegada de este grupo adicional, ascienden a 380 los consejeros militares de EE.UU. que trabajan en Irak (actualmente 90 en Bagdad y 160 en varios centros operativos).
Además, en Irak hay desplazados 455 representantes del servicio de seguridad de EE.UU. y 100 militares que trabajan en Oficina de Cooperación para la Seguridad en la Embajada de Estados Unidos en Bagdad.
El grupo de consejeros tendrá que estimar el volumen de la misión humanitaria y presentar alternativas a la ayuda aérea para los iraquíes desplazados atrapados en la montaña Sinyar, rodeada por los milicianos del Estado Islámico, según declaró e Hagel durante un discurso ante los militares en California.
EE.UU. ya tiene desplegada una fuerza aérea compuesta de un centenar de aviones de combate y una flota de ocho buques de guerra en el Golfo Pérsico para atacar las posiciones del Estado Islámico, contra cuyos milicianos y ya ha lanzado los primeros ataques. Sin embargo, según las declaraciones de los mismos representantes del Pentágono, los ataques aéreos, si bien ralentizan el ritmo de sus operaciones, es poco probable que logren debilitar al grupo de forma significativa.