La muerte de Mike Brown, un afroamericano de 18 años, ha desencadenado protestas en Ferguson que desembocaron en enfrentamientos con la policía, que usó gases lacrimógenos para dispersarlas- Y en medio de este escenario los dueños de las tiendas de armas locales confirman que la gente ha empezado a armarse. Mientras, la policía local se ha negado a revelar el nombre del policía que, presuntamente, cometió el asesinato, por cuestiones de seguridad.
Y mientras los estadounidenses aún siguen indignados por esta muerte, este miercoles se supo que Ezell Ford, otro joven negro discapacitado, resultó muerto a tiros a manos de la policía en Los Angeles. Mientras las investigaciones siguen en curso, medios locales informan que ambos jóvenes estaban desarmados.
En Ferguson y alrededores los residentes locales respondieron al asesinato de Mike Brown armándose de manera intensiva. Steve King, el dueño de una de las tiendas, comentó al diario local 'St. Louis Business Journal' que "ultimamente han estado muy ocupados" vendiendo armas de fuego cortas, escopetas y rifles semiautomáticos, y que "todas las ventas tienen que ver con la defensa civil". Según él, las ventas crecieron en un 50%, precisando que los compradores eran tanto negros, como blancos. "La gente actúa pórque esos sucesos han tenido lugar muy cerca de sus casas y muchos están asustados", explica.
Según Al Rothweiler, el dueño de otra tienda de armas situada a 15 kilómetros de Ferguson, "las ventas han sido muy rápidas y la tienda está llena de consumidores". "Todo el que hoy compró [armas] mencionó algo sobre [el asesinato en] Ferguson", explicó el empresario al periódico.
La organizadora de Latinos en Acción, Leticia Saitz, critica el crecimiento de la venta de armas, argumentando que "esto podría incrementar más violencia" y en este sentido "la comunidad de Ferguson está con miedo de que esto esté sucediendo". Sostiene que el caso de Mike Brown no es un caso aislado en las comunidades afroamericana y latina. Según ella, el temor que sienten los latinos en EE.UU. por "no saber si realmente va a haber un esclarecimiento del caso o no" evita que muchos de estos casos salgan a la luz.
Según ella, las comunidades afroamericana y la latina viven con "cierto miedo y un cierto coraje por saber que nuestros casos no van a ser resueltos". "Hay mucha impunidad y mucha protección de policías", se lamenta.