El Partido Nacional Escoces (SNP, por sus siglas en inglés) ha informado de sus planes de retirar los Trident de Escocia y reubicarlos en Plymouth si el referéndum, convocado para septiembre, asegura el voto positivo a la independencia. Argumentan que no están dispuestos a mantener más las instalaciones para estos submarinos nucleares, que cuestan cerca de 100.000 millones de libras, cuando podrían invertir ese dinero en sanidad, educación y urbanismo.
Se destacó también el grave riesgo que suponen las cabezas nucleares Trident para una región tan densamente poblada como es Argyll y Bute, donde se encuentra la actual base naval Faslane. Según sus planes, uno de los principales propósitos del poderío militar británico es el de servir como protección a Estados Unidos en un escenario de guerra nuclear.
En el debate nacional se habló sobre el futuro del
arsenal nuclear británico y se destacó la "obsesión de Londres por conservar los Trident donde ya están, demostrando así el déficit democrático que percibe Escocia bajo el dominio de Westminster". Los opositores a la independencia escocesa insinúan que el traslado y desmantelamiento de las instalaciones nucleares de Faslane supondrían un gasto exorbitante, además del fin del poder disuasorio nuclear del Reino Unido.