El jefe de gabinete argentino ha señalado que "la falta de decisión" del juez
estadounidense Thomas Griessa (que dictaminó el pago por Argentina de 1.330
millones de dólares a los acreedores que no entraron en el canje de
deuda) está "fuertemente asociada" a su falta de entendimiento del
proceso, ni de "la condición de Argentina como país soberano", dijo.
Capitanich estima que Griessa, "por instrucción expresa de los fondos buitres",
obstaculiza el proceso de pago y ha denunciado que esas acciones son una
"confabulación de juego a tres bandas [...] con la connivencia de un
juez y del sistema judicial de los EE.UU.".
"Los argentinos deben defender la soberanía. Se trata de
defender nuestra dignidad, nuestra condición de país soberano. Nosotros
somos un país soberano, y la comunidad internacional debe respetar esta
condición de país soberano"., declaró, subrayando que "ningún juez, ningún fondo buitre", puede alterar este esencial
principio.
Capitanich también se refirió al juez del estado estadounidense de Nevada que realiza un informe a petición del fondo buitre NML sobre los bienes y las cuentas bancarias que, supuestamente, se abrieron con un centenar de empresas argentinas en territorio estadounidense. El funcionario considera que dicho "juez de Nevada pretende inventar una causa" que —según él— es "una patraña, una mentira, irracional, que no tiene la más mínima razón".
En este sentido, el funcionario advirtió que se trata de "una amenaza absolutamente infundada e irracional" que agrede la condición de país soberano, hecha por el poder financiero de "grupos minúsculos de intereses, voraces, que constituyen una mafia internacional". "Basta buitres, basta de amenazas, basta de operaciones", agregó.