El general estadounidense David Petraeus asume oficialmente su cargo como jefe de las tropas internacionales en Afganistán.
El nuevo comandante tendrá a su cargo a más de 140.000 soldados, tanto de las fuerzas de EE. UU., bajo mando directo de Washington, como de las tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, la misión militar de la OTAN.
La candidatura de Petraeus fue propuesta por Barack Obama después de que ordenara el relevo del general estadounidense Stanley McChrystal por criticar duramente en la prensa la actual política de la administración.
Petraeus, conocido por su actividad en Irak, fue uno de los fundadores de la estrategia actual del ejército aliado en Afganistán, que se basa en contener a los talibanes en sus emplazamientos y al mismo tiempo colaborar con las autoridades afganas con el objetivo de perfeccionar la administración local y contribuir al desarrollo del país.
El militar llegó a la capital afgana el 2 de julio y posteriormente se reunió con los funcionarios locales y con representantes de EE. UU. en Kabul. Durante su discurso, pronunciado en la Embajada norteamericana, subrayó que los terroristas del grupo Talibán son "peristentes y muy seguros de sí mismos". Según el militar, es necesario desarrollar el trabajo conjunto de la OTAN con el Gobierno afgano para luchar contra ellos de forma efectiva.
Poco antes de la llegada de Petraeus a la capital afgana, terroristas suicidas talibanes detonaron varias bombas en una representación de la misión humanitaria de EE. UU. en el norte del estado, lo que provocó 5 muertos y 20 heridos.