Un 4 de julio sin fuegos artificiales en muchas ciudades de EE. UU.
En Estados Unidos se celebra la principal fiesta nacional, el Día de la Independencia, pero este año muchas ciudades del país se quedarán sin ver los tradicionales fuegos artificiales por déficit presupuestario.
Se trata principalmente de las ciudades pequeñas, cuyos alcaldes consideran un lujo inadmisible organizar los fuegos por la escasez de recursos en los presupuestos municipales, según informa la agencia de información rusa ITAR-TASS. Habitualmente las autoridades municipales de estas localidades gastan entre 80.000 y 100.000 dólares para organizar este tipo de espectáculos pirotécnicos. Los patrocinadores de los actos tampoco han mostrado interés en invetrtir dinero en ellos.
Además, en otro Estado del país, la fiesta quedó algo enrarecida por el uso de unos curiosos productos defectuosos. Los habitantes de Texas se vieron sorprendidos al comprar en las tiendas locales banderines nacionales con 61 estrellas en lugar de 50. Los pequeños banderines son uno de los atributos principales de la celebración del Día de la Independencia: los estadounidenses los clavan en la tierra cuando van a festejar la fecha a parques y playas.
No obstante, en las principales ciudades estadounidenses la fiesta se celebrará con normalidad. En Nueva York y Washington los ciudadanos podrán disfrutar de los espectáculos pirotécnicos, así como de los desfiles militares y los conciertos. La mayoría de los habitantes del país prefieren celebrar la fecha al aire libre, preparando la tradicional barbacoa.
Este año se cumple el 234 aniversario de la fecha que se conmemora en esta fiesta. Los estadounidenses festejan el ‘nacimiento’ de su país, recordando que el 4 de julio de 1776 se firmó la famosa Declaración de Independencia considerada uno de los textos más innovadores y trascendentes de la historia contemporánea. En el documento, lacónico y reducido, se proclaman los tres principios básicos que después constituirán el lema de la Revolución francesa: “Libertad, igualdad y fraternidad”.
Aunque esta fecha simboliza la creación de un nuevo Estado independiente, en el momento de la firma de la Declaración la joven nación se encontraba inmersa en una guerra con Inglaterra que fue muy dura para los estadounidenses durante los tres primeros años. Finalmente, con la ayuda de los franceses y conducidos por George Washington, lograron derrotar a su antigua metrópoli en Saratoga (1777) y Yorktown (1781). Dos años después se firmaba la Paz de Versalles por la que Gran Bretaña reconocía la independencia de Estados Unidos.