En relación con lo que está sucediendo en Ferguson, el representante de la Cancillería rusa para los Derechos Humanos y la Democracia, Konstantín Dolgov, recomienda a las autoridades estadounidenses abordar "sus problemas internos de grandes dimensiones" y no interferir en los asuntos de otros países.
"Parece que las autoridades de EE.UU. tendrían que ocuparse de los problemas internos de grandes dimensiones que tienen y adoptar medidas eficaces para hacerles frente. Esta es una forma más constructiva y acorde a la realidad del siglo XXI que la política heredera del pasado de intervención en los asuntos de otros países y de cambio de regímenes indeseables bajo el falso pretexto de defender la democracia y los derechos humanos", reza un comunicado en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Dolgov destacó que los disturbios de Ferguson y la reacción de las autoridades de EE.UU. a la situación "una vez más confirma la presencia de profundos problemas sistémicos con los derechos humanos y las normas democráticas en la sociedad estadounidense".
"Exigiendo que otros países garanticen la libertad de expresión y no repriman las protestas antigubernamentales, el Gobierno de EE.UU. no se priva de emplear mano dura en casa con quienes muestran activamente su indignación por las persistentes desigualdades, la discriminación y la existencia de ciudadanos de 'segunda clase'", afirmó Dolgov.
El diplomático ruso también señaló que los activistas estadounidenses en defensa de los derechos humanos están haciendo sonar la alarma sobre la creciente práctica del "uso policial injustificada e impune de armas de un arsenal militar contra la población civil" en EE.UU. "Además, las víctimas de abusos policiales son en su mayoría afroamericanos, hispanos y asiáticos", denunció el representante de la Cancillería.