Un pequeña isla volcánica emergió en noviembre el año pasado del océano Pacífico a unos 1.000 kilómetros al sur de Tokio. La nueva y creciente formación sepultó la ya existente isla de Nishino Shima y actualmente cubre una superficie de 1,26 kilómetros cuadrados.
Los científicos advirtieron que los cráteres de la isla escupen cerca de 200.000 metros cúbicos de lava a diario y que esta se está acumulando en la costa oriental. "Si la lava sigue acumulándose en el este de la isla podrían colapsar varias de sus laderas y provocar un tsunami" advirtió Fukashi Maeno, profesor de la Universidad de Tokio, en declaraciones a AFP.Según su pronóstico, si se desprendiesen 12 millones de metros cúbicos de lava se generaría un tsunami de un metro de altura capaz de alcanzar en menos de media hora la isla de Chichijima, situada a unos 130 kilómetros al este de Nishino Shima. "La mejor manera de monitorizar y de prevenir una catástrofe natural es desarrollando e instalando un nuevo sistema de detección de terremotos y tsunamis cerca de la isla, aunque es imposible poner pie en dicha isla en la situación actual", agregó Maeno.
En Chichijima habitan unas 2.000 personas; es la mayor isla del archipiélago de Ogasawa, perteneciente a la prefectura administrativa de Tokio.
Mediante un informe, desde la Agencia Meteorológica de Japón, que observa la actividad sísmica de la región, dijeron a los medios de comunicación que están observando si se produce cualquier actividad inusual.