El nuevo modelo estará al servicio de los escuadrones aéreos 201, 202 y 203, detalla en un comunicado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (uno de los ministerios federales de México) sin precisar el número de aparatos. El contrato está valorado en unos 480 millones de dólares estadounidenses, lo que lo convierte en el más caro de toda la serie de compras de aviones previstas por el Programa de Defensa Nacional de 2013 a 2018.
Las tres etapas anteriores de la cooperación con Beechcraft tuvieron un costo montante de 369 millones de dólares al tipo de cambio actual. Al transferir esta suma, México recibió 24 aviones Texan II, distribuidos entre la Escuela Militar Táctica situada en la Base Aérea Militar número 11 (situada en Santa Gertrudis, en el estado de Chihuahua) y el 402.º Escuadrón de la Fuerza Aérea (basado en Ixtepec, Oaxaca).
A partir del valor del contrato y los antecedentes conocidos, los expertos de la revista digital 'IHS Jane's Defence' han calculado que la compra consistiría en 36 aeronaves Texan II. La Armada de México también optó por los Texan y espera la llegada a finales de este año y a lo largo de 2015 de seis aparatos Beechcraft de la misma modificación.
Así, toda la serie de adquisiciones incluirá 66 aviones de ataque ligeros, que se perciben en México también como aviones de entrenamiento.
En el lenguaje de los militares, el escuadrón aéreo 201, junto con el 402, conforma el distrito aéreo militar sureste, cuya tarea prioritaria es interceptar las avionetas del narcotráfico que atraviesan el territorio mexicano de manera ilícita procedentes de los países de América Central. Su zona de responsabilidad coincide con el área donde las autoridades mexicanas registran el mayor número de vuelos no autorizados, destaca 'IHS Jane's Defence'.
Actualmente la aviación militar mexicana dispone de 37 aparatos suizos PC-7 configurados para misiones de ataque, otros 30 para entrenamiento e instrucción militar más un radar aeromóvil de alerta aérea temprana a base de un Embraer ERJ-145.