Peter Vincent Pry, quien fuera asesor de seguridad nacional del legislativo estadounidense, señaló a la Voz de América que Corea del Norte sería capaz de lanzar un ataque contra la red eléctrica de Estados Unidos mediante un pulso electromagnético (EMP).
Según Pry, Corea del Norte ensayó un ataque mediante EMP contra EE.UU. el año pasado, cuando colocó en órbita un satélite a la altitud y la trayectoria óptimas para lanzar una descarga de ese tipo.
"Estamos ciegos desde el sur. No tenemos un sistema de alerta temprana contra misiles balísticos o interceptores que nos protejan desde el sur", dijo. El antiguo asesor del Congreso afirmó que ello fue posible tras la tercera prueba nuclear de Corea del Norte, llevada a cabo en febrero del 2013 y después que el líder del país, Kim Jong-un, amenazara con atacar a Estados Unidos y sus aliados con un misil nuclear.
Pry fue miembro de la antigua Comisión para evaluar la amenaza a Estados Unidos de un posible ataque con armas de pulso electromagnético (2001-2008).
Un pulso electromagnético (o perturbación) es una corta ráfaga de energía electromagnética que puede ser natural o artificial. Un ataque con EMP, por ejemplo, puede dañar los equipos electrónicos. Este fenómeno fue descubierto como un efecto secundario durante las pruebas con armas nucleares. La mayor radiación gamma, sobre todo, es altamente penetrante e interactúa con la materia irradiando e ionizándolo todo, incluido el propio aire circundante. La radiación gamma se consume enseguida y crea un campo electromagnético zonal de varios kilómetros de diámetro.
Las posibilidades de este fenómeno son inmensas. Los ingenieros militares se dieron prisa en desarrollar artefactos que maximizaran dicho efecto, teniendo en cuenta que hoy en día la ventaja que confiere la electrónica a los ejércitos modernos es vital.