"Estoy seguro de que después del desarrollo y las pruebas el primer regimiento dotados de sistemas S-500 entrará en servicio en la agrupación que cubre el centro de Rusia y Moscú", aseguró el comandante de la Fuerza Antiaérea rusa, general Andréi Diomin, en una entrevista ofrecida en el polígono de pruebas Ashuluk, área en que estos días se celebran intensas maniobras de tropas antiaéreas rusas, informa RIA Novosti.
Anteriormente se informó de que las maniobras, que incluyen lanzamiento real de misiles de sistemas antiaéreos y antimisiles S-300 y S-400, se llevan a cabo en Ashuluk como parte de los ejercicios tácticos a gran escala de las fuerzas de defensa antiaérea y antimisiles en la región de Astracán.
En junio de este año Rusia probaba con éxito un antimisil de gran alcance que será parte del prometedor sistema antiaéreo S-500, capaz de derribar misiles hipersónicos y satélites en órbita baja.
El desarrollo del sistema que lleva a cabo el consorcio ruso Almaz-Antéi avanza según los plazos establecidos por el programa estatal de armamento para el año 2020 (que prevé la entrega de los primeros sistemas a las tropas en 2017-2018).
Según fuentes abiertas, el sistema tierra-aire S-500 sería capaz de detectar y seguir hasta diez objetivos balísticos que vuelen a una velocidad de hasta siete kilómetros por segundo, así como de derribar ojivas de misiles de crucero hipersónicos (con una velocidad de más de 5 Mach) en la parte final de su trayectoria.
Está previsto que las características del S-500, también conocido como 55R6M Triumfator-M, sean significativamente mejores que las del más moderno sistema ruso en servicio, el S-400 Triumf, y su análogo, el sistema estadounidense de PAC-3, la última versión del sistema antiaéreo Patriot.
Asimismo el S-500 podría destruir sistemas de alerta temprana y control aerotransportado y sistemas de guerra electrónica como el Boeing EA-18G Growler.