Los países occidentales, entre ellos Australia, podrían convertirse en escenario de horribles actos de terrorismo como la "realmente repugnante decapitación" del periodista James Foley, ha advertido este jueves en Melbourne el primer ministro del país oceánico, Tony Abbott, citado por la prensa local.
El supuesto origen británico del terrorista enmascarado que decapitó al periodista estadounidense James Foley sirve de recordatorio de que semejantes atrocidades no son eventos distantes y que, aunque están teniendo lugar lejos de las costas de Australia, "pueden tener repercusiones en todo el mundo", anunció el primer ministro australiano.
El asesinato público del fotoperiodista secuestrado previamente en Siria ''demuestra que esto […] podría ocurrir en países como Australia si relajamos nuestra vigilancia contra el terrorismo y el terrorismo potencial en nuestras costas", aseveró el político.
''Esto fortalece nuestra determinación de hacer todo lo necesario para mantener nuestra comunidad segura y fuerte", añadió Abbott al aclarar que va a promover nuevas restrictivas leyes contra el terrorismo y una amplia dotación de recursos con este fin.
"Necesitamos una nueva legislación para reforzar las competencias de nuestros organismos de seguridad para que sea más fácil detener y encarcelar a las personas que han estado involucradas en actividades terroristas en el extranjero y […] para garantizar que la Policía y otras agencias de seguridad continúen teniendo acceso a los datos de telecomunicaciones'', declaró el primer ministro.
Además, Abbott explicó que el asesinato del periodista a manos de los insurgentes del Estado Islámico ''pone de relieve el mal que representa el EI y refuerza la necesidad de tomar medidas eficaces para combatirlo".
Así, el presidente del Gobierno dejó abierta la posibilidad de una mayor participación de las fuerzas australianas en Irak, aunque subrayó que no se considera la opción de una intervención militar, sino la de una "respuesta humanitaria".
Asimismo, el funcionario destacó que Australia es un país diverso y que esto "nunca va a cambiar". "Quiero hacer hincapié en que las leyes que proponemos […] no están dirigidas contra una comunidad en particular, sino que apuntan contra el terrorismo", aclaró Abbott.
Con este fin, el primer ministro propone dos olas de leyes de inteligencia y lucha contra el terrorismo más severas, que incluyen la polémica propuesta de declarar ''zonas de acceso prohibido", concretamente Irak y Siria, lo que significaría que todas las personas que viajen a esas regiones al regresar a Australia tendrían que demostrar que no han estado implicadas en actividades terroristas.