El globo aerostático de la Marina de Estados Unidos MZ-3A, que puede transportar hasta 10 personas, dirigirá la recolección del crudo derramado tras la explosión en la plataforma Deepwater Horizon de la compañía British Petroleum (BP).
Se supone que el globo dirigible MZ-3A llegará hoy al Golfo de México. La aeronave ayudará a coordinar el trabajo de los equipos responsables de la limpieza del petróleo en el Golfo. Además utilizarán el MZ-3A para encontrar en la superficie a los mamíferos marinos y otros animales que necesitan ayuda. Para un futuro próximo está prevista la instalación de radares y sensores electroópticos e infrarrojos en el globo aerostático. Según los guardias costeros, la ventaja de los dirigibles sobre los actuales helicópteros de vigilancia es que los primeros pueden permanecer en el aire más tiempo, y abarcan una zona más amplia.
Anteriormente comenzó a probarse en el Golfo de México el carguero A Whale, de Taiwán, adaptado para recoger crudo. Es capaz de recoger hasta 500.000 barriles de mezcla de petróleo y agua de la superficie marina diariamente. Según las estimaciones de BP, actualmente se derraman al agua unos 100.000 barriles de petróleo.
La mancha de petróleo apareció en el Golfo de México después de una avería en la plataforma de BP Deepwater Horizon el 20 de abril. Más de 700 kilómetros de costa resultaron contaminados. BP, la Guardia Costera y el Ejército norteamericano están realizando trabajos de contención y limpieza del derrame petrolero. La compañía BP aplicó varias técnicas de eliminación del vértido, sin embargo hasta el momento no ha conseguido parar la fuga. Estados Unidos lo declaró catástrofe nacional.
Según los últimos datos, el crudo ya ha llegado a las playas de Texas, según informaron el lunes las autoridades locales. Así todas las entidades estadounidenses del Golfo de México han resultado contaminadas.
Según el comandante de la Guardia Costera para el sector Houston-Galveston, el capitán Marcus Woodring, unos 18 litros de grumos de alquitrán aparecieron el sábado en la península de Bolívar. La cantidad de alquitrán en las aguas que bañan Texas todavía es pequeña en comparación con Luisiana, Misisipi, Alabama y el sur de Florida.