El Servicio Aéreo Especial del Ejército Británico (SAS, por sus siglas en inglés) y las dos unidades de misiones especiales y antiterroristas de EE.UU. (Seal Team 6 y Delta Force) están entrenando soldados encubiertos a fin de dar un duro golpe al grupo yihadista Estado Islámico, responsable de atrocidades en Irak y Siria, informa el diario 'The Daily Mirror'. El objetivo prioritario será capturar al líder de la organización, Abu Bakr al Baghdadi, calificado como el sucesor de Osama bin Laden y que en la actualidad es el terrorista más buscado del mundo.
Según el periódico, el primer ministro británico, David Cameron, ordenó la preparación de este grupo especial después de que un musulmán británico decapitara ante una cámara de video al periodista estadounidense James Foley. Se informa de que el objetivo es que esta unidad especial sea el renacimiento de la unidad secreta británico-estadounidense Task Force Black, que se creó después del 11-S y combatió terroristas de Al Qaeda en Irak.
Un exmiembro del Task Force Black señaló al rotativo británico 'The Daily Star' que la presión sobre el SAS será colosal y ha recomendado a las tropas "golpear duro constantemente al enemigo" y "no darles tiempo para recuperarse". Según otra fuente anónima, esta nueva guerra en Irak "va a ser larga y dura, posiblemente peor que cualquier otra que hayamos visto en Irak y Afganistán". "Nadie sabe cómo terminara el juego", ha subrayado.
En los últimos meses el violento levantamiento del Estado Islámico ha sumido a Irak en una nueva situación de guerra que amenaza a toda la región. Se cree que la milicia controla 2.000 millones de dólares y cuenta con más de 10.000 combatientes.