Un torpedo chino movido por supercavitación alcanzaría San Francisco en 100 minutos

China ha avanzado significativamente en el desarrollo de la tecnología de supercavitación, que abre el camino al desarrollo de torpedos capaces de viajar a altas velocidades y, por ejemplo, cruzar el océano Pacífico en unos 100 minutos.
El fenómeno de supercavitación consiste en que, al moverse un objeto a gran velocidad debajo del agua, el fluido que se desplaza a su alrededor adquiere una velocidad muy elevada, lo que hace que su presión disminuya drásticamente. Y cuando este fluido empieza a evaporarse, se convierte en gas, disminuyendo así la fricción porque se desplaza en un medio gaseoso. Actualmente esta tecnología ofrece enormes ventajas en el sector de armamento naval. Este mismo principio lo usa el torpedo ruso de supercavitación VA-111 Shkval, que puede viajar a la increíble velocidad de 380 km/h por debajo del agua.

Un grupo de ingenieros chinos del Instituto Tecnológico de Harbin ha sido capaz de lograr importantes avances en esta tecnología, según relata el diario South China Morning Post.

En teoría, un vehículo sometido a la supercavitación podría alcanzar la velocidad del sonido bajo el agua o, aproximadamente, 5.800 km/h, lo que reduciría el tiempo de viaje trasatlántico bajo el agua a menos de una hora. Y un viaje transpacífico a unos 100 minutos, según un informe del Instituto de Tecnología de California de 2001.

Sin embargo, según el diario chino, el principio de supercavitación plantea una serie de inconvenientes. Entre estos se encuentra la imposibilidad de guiar un vehículo submarino en su trayectoria: una vez lanzado, fuerza de contacto con el agua, un torpedo solo es capaz de moverse en línea recta.

Además, un vehículo –torpedos incluidos– sumergido necesita ser lanzado a velocidades muy altas, cercanas a los 100 km/h, para generar y mantener las burbujas del aire.

Según el profesor Li Fengchen, el grupo de investigadores chinos de Harbin ha recurrido a métodos innovadores para resolver estos problemas: concretamente, ha desarrollado una tecnología que le permite envolver el cuerpo del objeto sumergido en una especie de 'membrana líquida'.

"La combinación de tecnología de supercavitación con membranas líquidas nos permite reducir en gran medida el 'reto del lanzamiento' y simplificar el control de movimiento", explicó Fengchen.