Los militares ucranianos ya no creen en Kiev: "¿Por qué nos habéis abandonado?"

Más de 60 soldados ucranianos han cruzado este jueves la frontera rusa, según informa Itar tass citando datos del Servicio de Seguridad Nacional de Rusia.
Los soldados cruzaron la frontera dejando sus armas en territorio ucraniano. No es el primer caso que se produce, ya que son más de 500 los soldados ucranianos que han cruzado hasta ahora la frontera rusa. Algunos de ellos se desesperan hasta tal punto que se rinden a las milicias o piden refugio en la vecina Rusia. Una buena parte de estos soldados nunca tuvo interés en tomar parte en los combates que se registran en el sureste de la nación. Tienen la sensación de que luchan por un Gobierno que no les presta toda la atención que requieren. 
 
“El pueblo debe estar unido. Necesitamos un país fuerte con un Ejército fuerte”. Son las palabras del presidente ucraniano, Piotr Poroshenko, antes de la reunión con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Bielorrusia. Pero todo indica que el mandatario ucraniano está lejos de poder alcanzar sus aspiraciones.
 
Si los problemas con la unidad y el uso de la fuerza por parte de los militares marcaron esta crisis prácticamente desde sus inicios, últimamente los titulares reflejan la existencia de una brecha en el Ejército ucraniano.
 
La escasez de provisiones, los atrasados medios técnicos y la falta de atención por parte de Kiev son algunas de las dificultades que afrontan los uniformados y, en consecuencia, sus familias. 
 
"No necesito a mi hijo en un ataúd como a un héroe. Lo necesito en mi casa. Sano y salvo. Gritan gloria a Ucrania y gloria a los héroes. Pero yo no necesito esta Ucrania", lamenta una de las madres de los soldados enviados al sureste de Ucrania durante una manifestación en Zhitomir.
 
Entretanto, en la capital los altos cargos del Estado y sus nuevos aliados en la ultraderecha parecen estar más interesados en proferir amenazas y en la contienda verbal.
 
“Si no se cumplen nuestras demandas en 48 horas, nos veremos obligados a retirar a nuestras divisiones del frente, anunciar la movilización general de los batallones de reserva y emprender una campaña en Kiev con el fin de realizar reformas rápidas en el Ministerio del Interior”, declaró el líder del grupo de ultraderecha Sector Derecho, Dmitri Yarosh.

“Yárosh, tu problema es que al vanagloriarte de tu patriotismo y tu brutalidad engañas a muchas personas que te han seguido y se han incorporado a formaciones armadas ilegales, sin reglas ni bases, sin leyes ni orden”, le contestó el ministro del Interior de Ucrania, Arsén Avákov. 
 
Al aumentar el número de bajas entre los militares, también aumenta la desconfianza de las tropas hacia Kiev. 
 
"Coronel, estuvimos en Saúr Moguila durante dos días. ¿Por qué nos abandonaron? Cuando salimos del cerco los oficiales nos dijeron: "¡Oh! Estáis vivos". Fuimos cadáveres andantes. ¿Se olvidaron de nosotros?", relatan los militares ucranianos que volvieron de la operación de castigo emprendida por Kiev en el sureste de Ucrania durante una manifestación en Zhitomir.

"No teníamos sitio para dormir. Dormíamos una hora y media o dos. ¡Sin agua, sin nada!", asegura un militar. "¡Ustedes ni siquiera sacaron los cadáveres!", lamenta otro. "Cuando capturaron a mi marido, ¿cómo te dirigiste a mí cuando te vi por primera vez? ¡Solo decías palabrotas!", se queja con amargura la esposa de un militar. 
 
En primera línea de fuego combaten soldados jóvenes con escasa experiencia. Al menos, así lo demuestra una conversación difundida en Internet:
 
- MISHKA-1, te lo repito una vez más, el punto de referencia son las dos torres de agua. Abajo y a la derecha de ellas hay un carro blindado. ¡Ese es el blanco! Destrúyelo. Soy Granit. ¿Entendido?
- ¿Ves?... ¡El pueblo!
- Veo un campo y una construcción cerca de un poste.
- Espera, espera. Sal y mira a tu alrededor.