Tobias Münchmeyer, de Greenpeace, argumenta que sus reactores nucleares no están protegidos contra armas perforantes. Además, entre sus preocupaciones destaca que la central nuclear de Zaporozhie (en el este de Ucrania), que consta de seis reactores, no estaba lo suficientemente protegida contra un bombardeo directo y que sus corazas de hormigón de 1,2 metros de grosor que rodean cada reactor son suficientemente fuertes solo para soportar el choque de un avión pequeño, reveló al Westdeutsche Allgemeine Zeitung.
"Hay muchas armas perforantes en la región, que podrían penetrar en estas cubiertas de protección," dijo Münchmeyer, citado por Deutsche Welle.
Según la página web de la central nuclear, la estación puede soportar un terremoto de hasta 7 grados en la escala de Richter. Además, la planta debería soportar una explosión de cinco toneladas de TNT detonadas a 200 metros de la instalación. Tal explosión eliminaría por completo una manzana de una ciudad.
En lo referente a poder resistir un impacto de una "pequeña aeronave", como menciona el experto de Greenpeace, la página web de la instalación nuclear dice que de acuerdo con el proyecto, la planta de Zaporozhie de hecho podría aguantar un golpe directo de un caza táctico de primera línea Mig-29, que alguien podría considerar 'pequeño', pero no tan pequeño como podría parecer desde la evaluación del experto de Greenpeace.