Desde el punto de vista de los estrategas militares, el problema es que ningún ejército ha peleado nunca con tal enemigo en ciudades con una población de 20 millones de personas o más. Por lo tanto, en febrero los militares de EE.UU. y el Reino Unido discutieron este problema, informa Defense News.
Según ellos, es necesario aclarar el alcance y la escala de las operaciones "sin precedentes" en las que tendremos que participar. Algunos señalaron que no se trata de enviar a las grandes ciudades un destacamento tras uno, ya que "simplemente se los comerán".
La ONU estima que para el año 2030 habrá más y más megaciudades, y serán habitadas por el 60% de la población total de la Tierra.
En mayo el Ejército de EE.UU. dijo en un informe que es inevitable que se efectúen operaciones militares en esas ciudades, pero el Ejército está mal preparado para ellas. De acuerdo a los oficiales militares y científicos civiles, los problemas de crecimiento humano, la desigualdad económica y la seguridad ambiental, que empujarían a la indignación pública, implican la necesidad de llevar a cabo operaciones terrestres.
Una formación adecuada, llevada a cabo en forma de juego de guerra, mostró que la infantería en tales circunstancias debería ser más autónoma cubriendo un área más grande. Al mismo tiempo, "las armas lanzadas desde el hombro" (por ejemplo, lanzagranadas), que permiten luchar contra un enemigo que tiene un refugio natural, juegan un papel vital.
Para 2030, el Ejército estadounidense quiere proporcionar a la infantería apoyo con aviones, la posibilidad de grabar videos de calidad cinematográfica, así como mejorar la capacidad de "aplastar al enemigo durante un contacto accidental". La experiencia de dos batallas simuladas mostró que la aviación no es capaz de hacer frente a todas las tareas, con lo cual serán necesarias las operaciones terrestres.