Según informa la agencia de noticias Ma'an, los vecinos atribuyen el apedreamiento a un adolescente disconforme con el paso del vehículo al lado de su escuela. El colono judío, atacado de esta manera el miércoles pasado, resultó herido.
Mientras tanto, los testigos presenciales citados por el blog 'The Electronic Intifada' revelan que algunas de las víctimas del uso de gases tienen seis años de edad o incluso menos. Varios alumnos requirieron ayuda médica en el lugar de los hechos tras inhalar los gases lanzados por los israelíes.
La voluntaria del organismo observador International Solidarity Movement (ISM) Ally Cohen describe lo ocurrido de la siguiente manera: "Yo estaba con mi colega del ISM al lado de dos niños menores de seis años. Vimos a varios adolescentes corriendo hacia el punto de control y lanzando piedras, y a continuación huyeron muy velozmente. Luego los soldados lanzaron dos granadas aturdidoras hacia nuestra dirección".
"Intentamos consolar a los dos niños después de que las granadas explotaran, pero ¿qué podíamos decirles? Ambos estaban asustados. Quisimos acompañarlos a la escuela, pero se dieron a la fuga. En aquel momento se lanzó una granada con gas lacrimógeno, aunque no había ningún muchacho que lanzara piedras. El humo era intenso y yo empecé a notar que me ahogaba, no podía respirar".
La testigo dice que solo puede imaginar qué podía sentir en aquellos momentos un niño. "De ahí la situación solo parecía empeorar: había mucho gas lacrimógeno en el aire, los niños no podían llegar a la escuela", concluye la representante de la organización no gubernamental.
Un día antes de estos acontecimientos las fuerzas de Israel lanzaron en la ciudad de Hebrón unos 15 botes de sustancias lacrimógenas y cinco granadas aturdidoras contra niños que se dirigían a la escuela.