El avión de ataque Douglas DB-7/A-20 Havoc, que fue cedido al líder soviético Iósif Stalin en el marco del programa Préstamo y Arriendo de la Segunda Guerra Mundial, se estrelló en 1943 cuando viajaba con destino al este de Europa desde Alaska, señala el diario 'The Siberian Times'.
Un cazador local aseguró haber visto los restos del avión en una zona remota de la taiga siberiana en 1966, pero no pudo explicar el lugar exacto donde lo divisó. Después de todos esos años, los restos de la aeronave fueron por fin localizados el pasado mes de julio en una zona montañosa de la región de Kémerovo, en el suroeste de Siberia y las imágenes han sido publicadas recientemente.
Según medios locales, los expertos confirmaron que se trataba del bombardero gracias al número de registro que aparece en la cola del aparato. Sin embargo, destacan que sorprendentemente los restos del fuselaje se han conservado en muy buen estado, e incluso mantiene su brillo pese a las duras condiciones meteorológicas de la zona.
A día de hoy, apunta 'The Siberian Times', todavía se desconocen las razones por las que se produjo el accidente. Además, no se han encontrado los restos de la tripulación, probablemente cuatro personas.
Durante la Gran Guerra Patria, nombre con el que se conoce en Rusia el período de la Segunda Guerra Mundial en el que la Unión Soviética luchó contra la Alemania nazi, la URSS recibió más de 11 millones de dólares en equipo militar y otros suministros de EE.UU. para combatir contra Adolf Hitler. La Fuerza Aérea Soviética recibió entonces 3.400 aviones de EE.UU. que formaban parte de esa entrega y el bombardero siniestrado era precisamente uno de ellos.