Los acusados de espionaje aceptan su culpa para que les deporten a Rusia
Los 10 acusados de espionaje admitieron su culpabilidad para facilitar su deportación a Rusia, según el convenio entre la defensa y la fiscalía.
Este jueves los diez presuntos espías comparecieron ante el tribunal federal de Nueva York, donde afirmaron que en territorio estadounidense habían actuado como “agentes del Gobierno ruso”. De acuerdo al convenio pactado previamente entre la defensa y la acusación, esta declaración significa la suspensión automática del caso y abre el camino a su deportación de EE. UU. a Rusia.
Ante la juez federal del distrito Kimba Wood comparecieron Cynthia Murphy, Richard Murphy, Donald Howard Hetfield, Tracy Lynn Folly, Michael Kurtsik, Natalia Pereverzeva, Juan Lázaro, Vicky Peláez, Anna Chapman y Michael Semenko, que fueron detenidos el 27 de junio. El 11º acusado, Christopher Mestos, se encuentra en busca y captura puesto que desapareció después de que lo arrestaran en Chipre y lo liberaran bajo fianza.
Previamente la fiscalía federal dictó ante el tribunal el veredicto acusatorio en el que se atribuía a los detenidos los cargos de conspiración, actuación como agentes no registrados de un estado extranjero y lavado de dinero. Según la legislación estadounidense, el primer delito prevé un castigo de hasta 5 años en prisión, mientras que el segundo se considera más grave y podría llevar a unos 20 años de encarcelamiento.
Un día antes del proceso, la defensa y la fiscalía conversaron sobre la posibilidad de una declaración parcial de culpabilidad. De acuerdo a la práctica judicial estadounidense, tal convenio estipula que en caso de que el acusado acepte su culpa, la fiscalía interrumpe la investigación detallada del caso.
En este caso concreto los acusados admitieron que habían actuado en EE. UU. como agentes del Gobierno ruso y se les suspendió el cargo de lavado de dinero. Respecto al cargo de conspiración, el tribunal tomó como medida de castigo el tiempo que habían pasado los acusados en detención preventiva.
Según declaró la juez Kimba Wood, todos los acusados serán deportados de EE. UU. a Rusia inmediatamente.