Seis de los presos de Guantánamo liberados por Obama volvieron al terrorismo

Bajo la presidencia de Barack Obama, 88 de los presos de Guantánamo salieron en libertad. Seis de ellos volvieron a involucrarse en actividades terroristas, según la Oficina del Director de la Inteligencia Nacional de EE.UU.
Según el informe, publicado por la Oficina (ODNI, por sus siglas en inglés) el pasado 5 de septiembre y citado por el portal 'Vice News', una persona más es sospechosa de retornar al terrorismo. De acuerdo con el documento, la definición de "la sospecha" es "una información plausible, pero no verificada", o "revelaciones procedentes de una sola fuente".
 
Con todo esto, el informe no revela la identidad ni de los seis 'reincidentes' ni del sospechoso. Tampoco da detalle alguno sobre en qué exactamente consiste la supuesta delincuencia reiterante. La tasa de reincidencia en Guantánamo es mucho más baja que la de otras cárceles de EE.UU., donde puede alcanzar hasta un 60%, acentúa el portal.
 
Más de 12 años después de que el primer preso llegara a Guantánamo, van en aumento las tensiones sobre si Obama logrará cerrar la prisión antes de que expire su mandato, tal y como lo había prometido, denuncia el diario 'The New York Times', haciendo referencia a entrevistas con una decena de funcionarios, congresistas y militares estadounidenses. Según la cifra del rotativo, la estancia de cada preso cuesta a los contribuyentes unos 3 millones de dólares. El coste total del centro penitenciario ha llegado a un total de 443 millones. Debido a la resistencia por parte del Congreso a la clausura del sitio, se está contemplando una inversión de 200 millones extra para mantener operativo el lugar, donde una gran parte de las instalaciones actuales se encuentran en un lamentable estado físico.
 
Hoy en día, en la prisión hay 149 reclusos, a pesar de que solo a seis de ellos se les han presentado cargos oficiales. Se supone que 70 de ellos deben ser traslados a otras prisiones de EE.UU., mientras que los restantes 79 son reos "de baja seguridad" y los deben trasladar a otros países bajo una política de reasentamiento. Según el informe interagencial de 2010, los 79 serían nada más que soldados de infantería "sin educación y no calificados" que ayudaban a los talibanes en el norte de Afganistán, que "carecían de un liderazgo significativo u otra función especializada" y simplemente habían recibido "un entrenamiento limitado de manejo de armas".
 
Guantánamo "se convirtió en un símbolo antiestadounidense de la tortura y otros abusos de los detenidos", destaca 'The New York Times'. Los extremistas del Estado Islámico que ejecutaron a los periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, explotaron estos sentimientos forzando a los dos llevar una ropa color naranja, igual que la de algunos de los reos de Guantánamo, subraya el rotativo.