El informe de Amnistía Internacional confirma que el batallón ucraniano Aidar ha cometido graves crímenes en la región occidental de Lugansk, según ha informado el Comisionado del Ministerio del Exterior ruso en materia de Derechos Humanos, Democracia y el Estado de Derecho, Konstantin Dolgov, citado por Itar-Tass.
Según Dolgov, Amnistía Internacional solo ha señalado en su informe algunos de los casos de secuestros de personas, detenciones ilegales o extorsiones (incluida la petición de rescate para la liberación de los ucranianos capturados).
La parte rusa ha instado en varias ocasiones a las organizaciones internacionales, entre ellas la propia Aministía Internacional, a prestar más atención a las violaciones masivas de derechos humanos durante lo que supuestamente era una operación antiterrorista.
La unidad especial Aidar fue formada en mayo con el reclutamiento de activistas procedentes de las fuerzas políticas nacionalistas radicales de Ucrania para su participación en la operación de castigo que Kiev ha llevado a cabo en el sudeste del país. Las autoridades rusas sospechan que las fuerzas aéreas de Aidar bombardearon a la población civil. En particular, según el Comité de Investigación de Rusia, los combatientes de Aidar estuvieron involucrados en el bombardeo mortal de Lugansk del pasado 17 de junio, en el que murieron dos periodistas rusos.
En mayo de 2014, en la localidad de Odesa, situada en el sur de Ucrania, los radicales de ultraderecha quemaron un campamento de los partidarios de la federalización de Ucrania, dejando a 48 personas muertas y 200 heridas.