"Cualquier acción de cualquier tipo sin el consentimiento del Gobierno sirio sería un ataque a Siria", dijo el ministro de Reconciliación Nacional sirio, Ali Haidar.
Por su parte, el presidente sirio, Bashar al Assad, reiteró la disposición de su Gobierno a colaborar para encontrar una solución política al conflicto.
Así se pronunció el mandatario durante una reunión con el nuevo enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
Al Assad se lo comunicó durante un encuentro que mantuvo en Damasco con el mediador, que visita por primera vez el territorio sirio desde su nombramiento en julio.
De Mistura llegó hace dos días al país árabe en un intento de buscar una salida pacífica a la guerra, tras el fracaso de sus dos predecesores en el cargo.
Las palabras de Al Assad surgen después de que el presidente de EE.UU., Barack Obama, diera luz verde a los bombardeos contra el Estado Islámico en Siria.
Obama se dirigió a la nación para exponer los detalles sobre la nueva estrategia militar contra el EI, tanto en Irak como en Siria. Según él, el EI representa una amenaza para el pueblo de Irak y de Siria, y para todo Oriente Medio.