A principios de septiembre el Departamento de Defensa de EE.UU. confirmó oficialmente su intención de realizar en Ucrania los ejercicios militares conjuntos Rapid Trident-2014 (Tridente rápido) dentro del marco del programa Asociación para la Paz, informa 'The Washington Times'.
Estos se realizarán entre el 15 y el 26 de septiembre en la región de Lvov con la participación de cerca de 1.300 militares de 15 países, entre ellos Ucrania, Azerbaiyán, Bulgaria, Canadá, Alemania, Georgia, Reino Unido, Letonia, Lituania, Moldavia, Noruega, Polonia, Rumanía, España y EE.UU., así como representantes de la OTAN.
El Pentágono afirma que estos ejercicios, que tendrán lugar a solo unos cientos de kilómetros de la zona de combate en el sudeste del país y de la frontera con Rusia, tienen un programa "pacificador", mientras que el Departamento de Estado norteamericano subraya por todos los medios que están previstos por el plan y no están relacionados con la crisis en Ucrania. Pero, ¿es realmente así?
La Cancillería rusa advierte que los ejercicios "en nombre de la paz" de la OTAN y Kiev amenazan con interrumpir el progreso en la solución pacífica de la crisis en el este de Ucrania. "Tales planes, de hecho, amenazan con elevar la tensión y perjudicarían el proceso de paz en el país", cita RIA Novosti al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Alexánder Lukashévich.
Según el diplomático, la necesidad de aumentar la actividad de la OTAN cerca de la frontera con Rusia se explica por un intento de responsabilizar a Rusia de los acontecimientos en Ucrania. "Además, está completamente claro que la OTAN, a través de tales declaraciones y decisiones, toma la línea del avance de su infraestructura hacia el este y de la acumulación militar del bloque cerca de la frontera con Rusia, a lo que vamos a responder de la manera apropiada", recalcó Lukashévich.