Tras ganar en la primera ronda, el pueblo de Ucrania esperaba mucho del nuevo jefe de Estado. Los ucranianos salieron a Maidán porque decían que no querían vivir mal y exigían la renuncia de Víktor Yanukóvich, pero resulta que después de la llegada al poder del oligarca Poroshenko, viven aun peor, subraya RIA Novosti.
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"La integración europea y el nuevo Parlamento"
Al proponer su candidatura a la presidencia, Poroshenko, dijo que "es el momento de vivir una nueva vida". Según el político, eso significa que Ucrania debería unirse a la Unión Europea. Como resultado, Kiev firmó en dos etapas un acuerdo de asociación con la UE. Sin embargo, Kiev no se ha apresurado a ratificarlo puesto que Ucrania tiene el régimen comercial preferencial de la UE, que perderá después de la ratificación del documento.
Por otra parte hay avances en las relaciones con la OTAN: en la última cumbre de la alianza en Gales, donde Poroshenko asistió personalmente, la OTAN prometió asignar a Ucrania 15 millones de euros para las reformas militares. De momento no se discute la posible membresía de Ucrania en la OTAN, aunque Kiev está buscando convertirse en socio privilegiado de la alianza.
Poroshenko prometió un 'reinicio' completo de la Rada Suprema. Esta promesa la ha cumplido: el Parlamento fue disuelto y el 26 de octubre se llevarán a cabo elecciones anticipadas.
"Paz e inversiones para Donbass"
Poroshenko prometió que su primer viaje como jefe de Estado sería al sudeste del país y dijo que llegaría "con la paz y con un proyecto de descentralización del poder". Pero en vez de ello, los residentes de las regiones de Donetsk y Lugansk recibieron una operación de castigo, el uso indiscriminado de armas pesadas y los bombardeos de la aviación. En vez de hacer propuestas constructivas a Donbass, Kiev desató una guerra civil en el este, lo que ha dado lugar a numerosas víctimas mortales entre la población civil y los militares de Ucrania, y ha puesto en duda la preservación de la integridad de Ucrania.
Por otra parte cabe señalar que es poco probable que Poroshenko cumpla la promesa de crear un proyecto conjunto con la UE sobre la creación de puestos de trabajo en el sudeste. Tras 100 días de presidencia, una buena parte de la industria de Donbass se ha destruido completa o parcialmente.
El país está al borde del 'default', desde el comienzo del año el dólar aumentó en un 75% frente a la grivna (moneda nacional). Incluso en Kiev no hay agua caliente en las casas y todavía no está muy claro cómo van a vivir la temporada de invierno.
"Beneficios y compensaciones para los soldados"
El líder ucraniano prometió convertir en élite el Ejército de su país, pero de momento no se ha hecho mucho en este ámbito. Al personal militar que participa en la operación de castigo en Donbass se le prometió darle beneficios como a los combatientes en operaciones militares, y dijeron que por cada soldado muerto en la batalla pagarían una indemnización a su familia equivalente a unos 500 salarios mínimos.
Sin embargo, resultó que el país no dispone de dinero para eso (de acuerdo con el ministro de Finanzas de Ucrania, cada mes el país gasta 116 millones de dólares en la operación especial), por lo que las autoridades o bien subestiman intencionalmente la cantidad de bajas militares, o simplemente falsifican la causa de la muerte del soldado para al final no pagar.
Además, Kiev usa constantemente la frase la "agresión rusa", pero al mismo tiempo Poroshenko no se apresura a declarar la ley marcial en Ucrania. Eso tiene una explicación muy simple: a los países en estado de guerra el FMI no les asigna fondos y Ucrania necesita ahora como nadie este dinero.
Relaciones con Rusia
En cuanto a las relaciones con Rusia, Poroshenko dijo que las arreglarán a través de negociaciones o por vía judicial. Ucrania demandó a Rusia en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos reclamando "daños y perjuicios" por Crimea, que se convirtió en parte de Rusia tras el referéndum celebrado en marzo.
Tras los primeros 100 días de la presidencia de Poroshenko, Rusia y Ucrania también intercambiaron reclamaciones mutuas sobre el gas. El 16 de junio Naftogaz presentó una demanda al arbitraje de Estocolmo exigiendo revisar el contrato para el suministro de gas. En particular, la empresa estatal de Ucrania exige reducir el precio del gas natural y recaudar de Gazprom 6.000 millones de sobrepagos que hizo por el gas que le sumunistró Rusia en 2010. Por su parte, Gazprom se dirigió al arbitraje de Estocolmo con una demanda contra Naftogaz para recoger las deudas.
Entre tanto, en Kiev se dan cuenta de que sin gas ruso Ucrania no sobrevivirá este invierno. Hasta el primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, lo reconoció.