"Estamos realmente interesados en ver cómo el resto del Reino Unido y la comunidad internacional reaccionan si Escocia sí vota por la independencia. Escocia tiene todo el derecho de ser independiente y tomar decisiones acerca de su propio futuro. Es lo que quiere la gente en todo el mundo, incluido el pueblo de Okinawa", acentuó Masaki Tomochi, profesor de Economía de la Universidad Internacional de Okinawa y uno de los líderes del movimiento separatista, al diario británico 'The Guardian'. A lo largo de los próximos días, Tomochi y la delegación que preside viajarán por Escocia reuniéndose con electores, académicos y políticos.
La prefectura de Okinawa comprende una serie de 160 pequeñas islas (incluidas 44 habitadas) que se encuentran en la parte sur de las islas Ryukyu. En su época, formaba un reino independiente, hasta que fue anexado a la fuerza por Japón en 1879. Hoy en día a Okinawa le corresponde un 0,6% de la superficie terrestre de Japón, pero alberga el 75% de las bases militares de EE.UU. en el país y más de la mitad de los 47.000 efectivos estadounidenses. A pesar de que el empleo de algunos de los autóctonos depende de los militares norteamericanos, quienes abogan por la independencia insisten en que en realidad las bases "emasculan" la economía local, la más vulnerable entre las 47 prefecturas de Japón.
Argumentan sobre todo con los graves daños causados al entorno local debido a los altos niveles de contaminación que salen desde las alcantarillas. Filtran, además, que Okinawa es una de las islas de Japón que EE.UU. utiliza para almacenar armas nucleares, aunque se desconoce el sitio exacto de dicho almacenamiento. Desde 1995, existe también un grupo que se denomina 'Las mujeres de Okinawa actúan en contra de la violencia militar', el cual se dedica a denunciar los crímenes cometidos por los militares de EE.UU. contra la población local: apareció después de que tres mecánicos estadounidenses violaron a una niña de 12 años, provocando una de las mayores protestas en la zona.
Una de las controversias principales de hoy en día es la reubicación de la base estadounidense de Futenma. Actualmente se sitúa en medio de un área densamente poblada y el plan es trasladarla a un sitio en alta mar, en la costa noreste de la prefectura. Según las encuestas, un 74% de los lugareños se oponen a la medida, ante los temores de que esto podría poner en peligro la seguridad de los residentes y dañaría el medioambiente marino. Sin embargo, tanto EE.UU. como Japón están dispuestos a seguir con el plan.
Según Tomochi, el control económico de Tokio sobre Okinawa es una extensión del dominio colonial. Sus partidarios aseguran que la región podría ser una viable nación independiente, siendo Singapur uno de sus modelos a seguir. Con todo eso, no han podido ganar un amplio apoyo: los autóctonos no son tan optimistas. Considerando que Okinawa es la prefectura más pobre de Japón, la mayoría aún no se siente capaz sobrevivir sin Tokio.