Sus compañeros ofrecieron a los milicianos del Estado Islámico una recompensa con el fin de rescatar al taxista británico de 47 años, que fue capturado en diciembre de 2013 cuando llevaba ayuda humanitaria a un campo de refugiados en Siria.
Su peligroso plan consistía en pagar a los secuestradores cientos de miles de libras sin intermediarios e incluso propusieron que uno de ellos fuera en persona hasta un lugar indicado por el EI. No obstante, los milicianos no mostraron ningún interés por el dinero ofrecido.
"Los secuestradores no estaban interesados. Parecía que no les importaba el dinero y que probablemente ya tenían algo planeado", relató un amigo de Henning a 'Daily Mail'.
Otro amigo suyo, supuestamente llamado Abu Abdullah, se ha dirigido al líder del grupo yihadista, Abu Bakr al Baghdadi, a través de una grabación pidiéndole liberar a este "padre de familia, un buen hombre".
Incluso Al Qaeda apeló al Estado Islámico para que libere al rehén británico, pues considera que es un trabajador humanitario inocente que realmente intentaba ayudar a los musulmanes.
En las últimas semanas, los militantes del EI han decapitado a tres periodistas occidentales y a trabajadores humanitarios. Sus líderes advierten que Henning será el siguiente.