Zarif lo anunció en una conferencia de prensa en Washington. Al acusar a otras naciones de haber creado "un Frankenstein que ha llegado para perseguir a sus creadores", Zarif dijo que los militantes islámicos no pueden ser "erradicados mediante bombardeos aéreos" ni tampoco pueden ser controlados.
Hablando en el Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU., el ministro volvió a expresar su pesar por el hecho de que Irán no fuera invitado a las conversaciones de París para discutir la amenaza del Estado Islámico. Zarif recordó que Teherán puede desempeñar un papel central en el combate contra el grupo, informa 'The Telegraph'.
Rechazó como una "teoría de la conspiración" las acusaciones estadounidenses de que el presidente sirio, Bashar al Assad, hizo la vista gorda ante el Estado Islámico con el fin de complicar la lucha de los rebeldes sirios moderados con Damasco.