Video: Yihadistas del Estado Islámico viajan libremente en transporte público en Estambul

Un nuevo video publicado en el portal Infowars muestra a dos miembros del grupo radical islamista Estado Islámico viajando tranquilamente en tranvía en la megápolis turca, sin miedo a las autoridades locales.
El nuevo video demuestra el apoyo que presta al Estado Islámico Turquía, un país miembro de la OTAN, escribe Kit Daniels en su artículo en el portal infowars.com.

Las imágenes captan a dos hombres vestidos con indumentaria característica de los milicianos y una camiseta con la bandera del EI serigrafiada, viajando en transporte público entre los más de 14 millones de residentes de la megápolis turca.

Así de amparados se sienten los radicales en un país miembro de la OTAN en el que no solo hay tiendas que venden artículos con los símbolos del Estado Islámico, sino que también tiene un Gobierno que entrena a los militantes del EI para combatir en Siria, subraya el autor.



¿Por qué los yihadistas se sienten tan amparados en Turquía?

 
Turquía es una de las mayores fuentes de combatientes extranjeros del EI y muchos de estos militantes han recibido capacitación y equipos del Gobierno de Ankara cerca de la base aérea de Incirlik, donde se encuentran personal y equipos estadounidenses, explica el autor.

El centenario conflicto entre musulmanes sunitas y chiitas y los billones de dólares de ingresos que ofrece potencialmente la venta del petróleo y el gas de Siria son los dos factores principales que motivan al Gobierno turco, dominado por sunitas, a ayudar a los militantes islámicos que tratan de derrocar al Gobierno chiita de Bashar al Assad. En 2011, Siria anunció el descubrimiento de un prometedor yacimiento de gas en la ciudad de Homs que pronto se convirtió en un campo de batalla entre las fuerzas de Al Assad y los radicales, lo que evitó que Siria accediera plenamente a estos recursos, puntualiza Daniels.

Siria también rivaliza con Turquía como uno de los lugares más estratégicos para construir tuberías para llevar el gas natural de Asia a Europa. El proyecto sirio de un gasoducto subterráneo de 3.480 kilómetros, que podría favorecer a Rusia e Irán, también se ha retrasado debido a la guerra del Gobierno sirio con el Estado Islámico.

Así que, ayudando al Estado Islámico con nuevos combatientes, Turquía se beneficia y se acerca a su objetivo de convertirse en el principal punto de tránsito para el petróleo y el gas que fluyen de este a oeste. Y, si Siria cae en manos del EI, Turquía ganará trillones de dólares, concluye el autor.