"La formación de la base técnica de las fuerzas nucleares estratégicas va a un ritmo más rápido de lo previsto y, de hecho, actualizaremos la Fuerza Nuclear Estratégica no en un 70%, sino al 100%", aseguró Rogozin al canal de televisión Rossiya 24 citado por Ria Novosti.
El viceprimer ministro recordó que en 2015 el Ejército y la Marina aumentarán el uso de armamento "ultramoderno" en un 30% y en un 70% en 2020.
Al mismo tiempo, Rogozin reiteró que Rusia necesita crear un Ejército compacto, que en caso de necesidad podría ser desplazado a "cualquier teatro amenazante de las operaciones bélicas".
"¿Habrá que sorprender a nuestros colegas y será necesario blandir todo tipos de armas para asombrarles? Hay que guardar algo en secreto, para nosotros, y sorprender en los momentos críticos", aseveró el viceprimer ministro.
La reforma, iniciada en 2008, ha sido la más grande que se ha llevado a cabo en el Ejército ruso en época postsoviética. Se ha cambiado significativamente el sistema de mando y control militar, reducido el número total de tropas –la cifra de reclutas ha disminuido y la de de contratistas ha aumentado. Pero lo más importante es que se ha podido poner en marcha un programa sin precedentes que prevé el rearme hasta 2020.