La decisión del Gobierno estadounidense de demandar a Arizona por su ley controvertida antiinmigrante, conocida como SB1070, provocó la gran preocupación de los gobernadores del Partido Demócrata. Los políticos recelan que esto puede empeorar los resultados del partido en las próximas elecciones.
Durante la reunión a puerta cerrada en la Casa Blanca los gobernadores expresaron sus preocupaciones al presidente Barack Obama. Según las encuestas públicas, la mayoría de los ciudadanos del país apoyan la ley de Arizona, lo que pone el Gobierno en una situación vulnerable.
La ley que debe entrar en vigor el 29 de julio permite a la policía detener a personas bajo sospecha de estar indocumentadas. La ausencia de los documentos podría ser el motivo para la deportación desde los Estados Unidos.
El Gobierno de Obama llevó a los tribunales al estado de Arizona el 6 de julio. El Ministerio de Justicia declaró que la política migratoria está bajo la responsabilidad de las autoridades federales, mientras que los estados no tiene el derecho de aprobar las leyes en este esfera.
Además, los defensores de derechos afirman que la aplicación de la ley podría violar la Constitución, ya que los policías determinarán a los presuntos indocumentados según sus caracteres raciales y nacionales. Eso podría ser motivo por una nueva demanda contra Arizona.
La ley ha provocado muchas críticas en el mundo latinoamericano, incluyendo las del presidente mexicano, Felipe Calderón.
Las elecciones a la Cámara Alta del Congreso estadounidense se realizarán el 2 de noviembre. El mismo día se efectuarán las elecciones de los gobernadores en 37 de 50 estados que forman el país.