El observador político internacional de la revista 'Slate', Joshua Keating, recuerda que desde que recibió el premio Nobel de la paz en 2009, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha ordenado o ampliado operaciones militares en siete países: Afganistán, Pakistán, Yemen, Libia, Somalia, Irak y Siria.
Según Keating, no está claro qué traerá consigo la nueva operación militar, aunque opina que, en cualquier caso, se tratará de escenarios "problemáticos". Los bombardeos de este lunes causaron la muerte de alrededor de 70 milicianos del EI y ocho civiles, incluidos tres niños, según la oposición siria. A diferencia de los bombardeos en Irak, que debían impactar contra unidades del EI, los ataques en Siria tienen como blanco la sede de los yihadistas en Raqqa.
Los bombardeos de Irak no han tenido "un efecto significativo" para los movimientos de los yihadistas, opina Keating, conjeturando que los ataques habrían podido servir para atajar el progreso del EI mientras la inteligencia recababa datos para llevar acabo acciones más importantes en Siria.
Se trata de "un giro inesperado de la trágica historia reciente
de Siria", opina Keating, ya que después de tres años de debate acerca de si EE.UU. necesitaba utilizar la fuerza militar contra el Gobierno de Bashar al-Asad, los aviones estadounidenses ahora atacan "a los enemigos del presidente sirio".
Si los bombardeos logran diezmar al Estado Islámico, opina el observador, EE.UU. se enfrentará a dos posibles escenarios, "ambos igual de problemáticos" para Washington, que se opone al Gobierno sirio. En el primero de ellos, Al Asad mantendría su poder en Siria, mientras que en el segundo "la prolongada guerra civil se agudizará a largo plazo y podría involucrar a varios países".
"Esto es otra operación militar abierta de EE.UU. y otro conflicto complejo en Oriente Medio que presenta pocas probabilidades de mejora o de resolución", explica.
"El presidente puede creer que la intervención es la mejor opción, pero sería interesante saber cómo el candidato que se hizo famoso por decir que no estaba en contra de todas las guerras, sino sólo contra las 'estúpidas', terminará la última operación militar de EE.UU.", concluye Keating.