"Recuerdo que una persona en nuestro país, que en su momento fue ministro de Relaciones Exteriores, alguna vez me dijo que odiaba tanto el comunismo que ni siquiera podía leer a Dostoievski. Estas palabras las recuerdo después de décadas enteras, y me temo que la propaganda antirrusa actual se basa en argumentos y mentalidades similares", agregó Klaus al corresponsal de 'The Spectator'.
"La mayor parte de mi vida la pasé en la Checoslovaquia comunista, bajo el dominio soviético. Sin embargo, diferencio la Unión Soviética de Rusia. Y aquellos que no entienden la diferencia, simplemente no quieren abrir los ojos. Siempre he tratado de convencer a mis amigos de EE.UU. y Gran Bretaña de que, aunque el sistema político de Rusia es diferente al nuestro y vivir bajo un sistema de este tipo no nos gustaría, comparar la Rusia moderna con el período de la Unión Soviética de Brézhnev es estúpido", dijo el expresidente.
Diferencio la Unión Soviética de Rusia. Y aquellos que no entienden la diferencia, simplemente no quieren abrir los ojos
Además, expresar opiniones diferentes a las de la mayoría o un punto de vista "fuera de moda" en Europa se está convirtiendo en algo "cada vez más peligroso", dice Klaus. "Si me preguntan si creo que en Europa oprimen cada vez más la libertad, yo respondería afirmativamente. Siento la rigidez, ya que no se me permite expresar mis puntos de vista. Siempre me surgen problemas por esto".
"Cuando fui invitado a una conferencia como orador principal y los organizadores se enteraron de que tengo algunas dudas acerca de la UE, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la crisis de Ucrania, de repente me dijeron: 'Lo sentimos, pero hemos encontrado otro orador, gracias'. Estas cosas me sucedieron durante la era comunista, pero no en la llamada Europa libre. Ahora se considera políticamente correcto solo un conjunto muy limitado de puntos de vista", espetó el político.