Quim Arrufat opina que los argumentos contra la independencia de Cataluña son solo una estrategia de miedo de Madrid para convencer a los catalanes para que permanezcan dentro de España.
Se trata de "la estrategia de buscar argumentos de miedo sobre la población catalana para evitar que sea independentista, como el de que quedaremos fuera de la Unión Europea, o el de que tendremos muchas dificultades económicas, porque nadie va a querer tratar económicamente con nosotros", dice.
A su juicio, estos no son argumentos serios, "no contrastados" y "no definitivos".
"¿Alguién se puede creer que Cataluña y Barcelona, la capital económica de Mediterraneo, va a quedar fuera de la economía global, fuera del intercambio comercial global o va a tener dificultades económicas mayores de los que tiene ahora perteneciendo al Estado Español?", se pregunta Arrufat. "Son muy poco creíbles todos estos argumentos", concluye.
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Por su parte, Ramón de Veciana insiste en que, si logra la independencia, Cataluña "puede perder en gran parte el mercado interior español y también el euro como moneda".
Asimismo, el portavoz advierte que la independencia de Cataluña "supone un torpedo en la línea de flotación de Europa", que "se construyó en contra de nacionalismos".
A su juicio, el nacionalismo catalán pretende "destruir el pilar fundamental de la creación de Europa que es la existencia de estados nacionales", lo que podría dar luz verde a los nacionalismos que actualmente están emergiendo no solo España, sino también en Reino Unido, Italia, Francia y Bélgica.
"Esto puede provocar un problema de orden internacional", opina De Veciana, enfatizando que "no se puede jugar con fuego", como lo está haciendo Cataluña.