En su intento desesperado por salvar las vidas de sus pacientes enfermos de ébola, el médico liberiano Gobee Logan
empezó a tratarlos con lamivudina, informa 'The Independent'.
Logan, que trabaja en una clínica de la ciudad de Tubmanburg, situada en el noroeste de Liberia, asegura que ya ha tratado a quince infectados de ébola utilizando este fármaco, trece de los cuales han sobrevivido, lo que representa una tasa de mortalidad de un 7%, cifra muy baja teniendo en cuenta que la tasa de mortalidad general del brote de ébola actual alcanza el 70%.
Los pacientes que han sobrevivido recibieron el tratamiento en un plazo de cinco días después de habérseles diagnosticado el ébola. A los dos pacientes que fallecieron se les suministró la medicina entre el quinto y el octavo día después de caer enfermos.
Logan explica que en una situación tan difícil como la que representa este brote de ébola, los médicos tienen que usar "todas las neuronas que sea posible".
La idea de usar el fármaco para el VIH se le ocurrió leyendo un artículo en una revista científica que demostraba que el VIH y el virus del ébola se reproducen dentro del cuerpo humano de forma similar.
"Es cuestión de hacer todo lo que pueda como médico para salvar vidas", concluye Logan.