Según explicaba el general en una reciente rueda de prensa, el mando militar estadounidense está dispuesto a "entrenar" entre 12.000 y 15.000 efectivos de infantería para enfrentarse exitosamente con los extremistas y recuperar los territorios no controlados por las autoridades en el este de Siria. Dempsey detalló que en ese país la misión terrestre podría ser encargada a las unidades de la "oposición moderada" y que va a tardar tiempo capacitarlas.
Varios expertos citados por Svobodnaya Pressa han intentado adivinar dentro de qué plazo podría realizarse el despliegue de fuerzas a las que se refiere el militar. ¿Tendrá EE.UU. que intervenir con sus propias tropas en el conflicto de Oriente Medio antes de terminar el entrenamiento a mercenarios árabes? ¿Puede ocurrir si empeora la situación?
"Hasta el último momento, Obama opondrá resistencia a todos los intentos de enviar tropas terrestres estadounidenses a Oriente Medio, pero la situación en la región puede cambiar próximamente", pronostica el colaborador científico del Instituto de Economía Mundial de la Academia de Ciencias Rusa Grigori Mirski. El experto recuerda que el mandatario dio su palabra, al presentarse a la presidencia, de que pondría fin a las dos guerras que había desatado George W. Bush. Sin embargo, podría pronto cambiar de opinión.
"Es muy posible que el destino próximo de la invasión de los militantes del Estado Islámico sean territorios sunitas: Jordania o Arabia Saudita". También Mirski considera probable que los extremistas se nieguen a expandirse por tierras nuevas y decidan "consolidar las fuerzas" en las vastas áreas que ya están controlando: una tercera parte de Irak y una tercera parte de Siria. Entonces, pronostica, EE.UU. tendrá que "admitir que el asunto queda sin resolver o tomar la decisión sobre el despliegue de las tropas terrestres".
Hay pocos que lo supieran, pero EE.UU. ya empleó sus tropas terrestres contra los yihadistas del Estado Islámico, afirma el experto militar Semión Bagdasárov, dirigente del centro de Investigaciones de los países de Oriente Próximo y Asia Central. Algunos destacamentos de la Infantería de Marina y tropas especiales participaron en el operativo en las montañas de Sinyar tomadas por el Estado Islámico.
Demsey es un buen profesional, cree el analista, y ya por eso se da cuenta que "solo se puede tomar control de un estado con el ejército de tierra".
La causa de que EE.UU. se plantee el despliegue terrestre es la escasa capacidad de combate de las fuerzas que están combatiendo al Estado Islámico, explica Bagdasárov. Aparentemente la proporción de fuerzas no es demasiado favorable para la de los yihadistas. A cada combatiente extremista en Irak le hacen frente unas 70 personas (entre milicias kurdas y tropas gubernamentales). En Siria la proporción es menos impresionante, pero las fuerzas se distribuyen 1 a 20, tratándose en el caso de los últimos de efectivos del Ejército. Sin embargo, los islamistas radicales han salido con éxito de muchas operaciones.