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Jimmy Carter: "Podría haber borrado a Irán del mapa, pero tomé la decisión correcta"
El expresidente de EE.UU. Jimmy Carter reveló que en 1980 podría haber ganado la reelección a la Presidencia si se hubiera mostrado más "fuerte" y "varonil", adoptando una ofensiva militar contra Irán.
"Podría haber sido reelegido si hubiera tomado la decisión de llevar a cabo una acción militar contra Irán, mostrado que soy fuerte, decidido, varonil, etc.", dijo Carter en una entrevista a la CNBC.
En 1979 un grupo de iraníes tomó la Embajada de EE.UU. en Teherán, que según los activistas, era un centro de espionaje imperialista que conspiraba contra la revolución iraní. En el asalto, 60 estadounidenses fueron secuestrados, 52 de los cuales permanecieron cautivos por 444 días.
Tras el incidente hubo fuertes presiones de los líderes políticos norteamericanos para que Washington ejecutara una ofensiva militar contra la nación persa. Sin embargo, Carter rechazó esas medidas, excepto una operación de rescate que fracasó.
"Yo podría haber borrado del mapa a Irán con el armamento que contábamos, pero en el proceso habría matado a muchas personas inocentes, posiblemente incluyendo a los rehenes, por lo que me opuse a esta iniciativa. Sin embargo, al final mis oraciones fueron escuchadas y todos los rehenes regresaron a casa sanos y a salvo", dijo el expresidente norteamericano.
"Creo que tomé la decisión correcta, aunque no fue nada fácil en aquel momento", agregó.
No obstante, la crisis de los rehenes minó la carrera política de Carter, que perdió popularidad en el país, lo cual se demostró en las elecciones presidenciales de 1980, donde ganó Ronald Reagan.
Finalmente los rehenes fueron puestos en libertad, poco después de que Reagan asumiera el cargo en 1981.
Por su parte, Carter sostiene que ahora los estadounidenses han aceptado su decisión de no recurrir a las armas.
"Creo que cada vez hay más gente que lo ha aceptado al conocer más datos sobre los hechos (…) Sin embargo, todavía hay una fuerte inclinación en nuestro país para emprender una acción militar cuando no es necesario", finalizó el exmandatario norteamericano.
En 1979 un grupo de iraníes tomó la Embajada de EE.UU. en Teherán, que según los activistas, era un centro de espionaje imperialista que conspiraba contra la revolución iraní. En el asalto, 60 estadounidenses fueron secuestrados, 52 de los cuales permanecieron cautivos por 444 días.
Tras el incidente hubo fuertes presiones de los líderes políticos norteamericanos para que Washington ejecutara una ofensiva militar contra la nación persa. Sin embargo, Carter rechazó esas medidas, excepto una operación de rescate que fracasó.
Todavía hay una fuerte inclinación en nuestro país para emprender una acción militar cuando no es necesario
"Yo podría haber borrado del mapa a Irán con el armamento que contábamos, pero en el proceso habría matado a muchas personas inocentes, posiblemente incluyendo a los rehenes, por lo que me opuse a esta iniciativa. Sin embargo, al final mis oraciones fueron escuchadas y todos los rehenes regresaron a casa sanos y a salvo", dijo el expresidente norteamericano.
"Creo que tomé la decisión correcta, aunque no fue nada fácil en aquel momento", agregó.
No obstante, la crisis de los rehenes minó la carrera política de Carter, que perdió popularidad en el país, lo cual se demostró en las elecciones presidenciales de 1980, donde ganó Ronald Reagan.
Finalmente los rehenes fueron puestos en libertad, poco después de que Reagan asumiera el cargo en 1981.
Por su parte, Carter sostiene que ahora los estadounidenses han aceptado su decisión de no recurrir a las armas.
"Creo que cada vez hay más gente que lo ha aceptado al conocer más datos sobre los hechos (…) Sin embargo, todavía hay una fuerte inclinación en nuestro país para emprender una acción militar cuando no es necesario", finalizó el exmandatario norteamericano.
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