El 1 de octubre, un palestino logró reparar el cable eléctrico, pero fue inmediatamente arrestado por los soldados israelíes. Preguntado por el motivo de la detención, un soldado israelí le respondió que el cable eléctrico, colocado en tierra palestina, era ilegal debido a que la aldea no había pagado por el uso de la electricidad, informa el portal Palestine News Network.
Los soldados israelíes le retiraron al hombre el pasaporte y le obligaron a conducir su moto delante de un 'jeep' militar hasta un puesto de control para ser interrogado. Durante una breve parada para beber agua, el hombre se desplomó en la carretera víctima de un ataque epiléptico.
Un grupo internacional que acompañaba al convoy comenzó a trabajar para conseguir una ambulancia y solo entonces los soldados israelíes pidieron ayuda médica. En ese momento el hombre seguía sobre el asfalto con convulsiones y luchaba para respirar. Un soldado se quedó con él para impedir que se escapara mientras otros soldados se reían.
Cuando llegó una ambulancia militar, una mujer vestida de uniforme se identificó como médica, pero tras una breve examinación del enfermo se negó a aceptarlo dentro de la ambulancia, a pesar de que el fuerte sol empeoraba su estado de salud.
Luego los militares israelíes obligaron al paciente entrar al jeep militar y lo esposaron. Más tarde ese día el palestino fue puesto en libertad.