Una de las grandes citas con los programas electorales reside en los debates en prime time en la principal cadena nacional. Durante los mismos el votante, escucha, compara y si encuentra un discurso mejor, cambia de idea. El voto en Brasil es obligatorio para edades comprendidas entre 18 y 70 años. Los mayores de 70 y entre 16 y 18 pueden hacerlo también si lo desean. Eso les sitúa en un censo de más de 142 millones de personas que elegirán presidente, vicepresidente, 27 gobernadores estatales, 513 diputados de la cámara baja, y un tercio del senado.
El clima social en Brasil esta agitado tras los disturbios desencadenados por los gastos del mundial y de los juegos olímpicos. Esta es otra de las nuevas realidades del país. Una inflación acumula un alza del 6,5%. Una moneda depreciada con el nivel más bajo desde el 2008, y un 4.9% de desempleo son otras de las circunstancias de este Brasil, que se encuentra en recesión técnica y con la que 27 unidades federales tendrán que lidiar.
Los sondeos posicionan a Dilma Rouseff como favorita apoyada por algunos de estos argumentos. Si no obtiene el 50% más uno de los votos requeridos para ganar el domingo, sería necesaria una segunda vuelta el 26 de octubre.
Las últimas horas son determinantes en estos comicios cuyo voto es electrónico y depositado en unas 570 mil urnas repartidas por todo Brasil, primer país en Latinoamérica en implantar este sistema. Por ello el recuento definitivo de obtendrá en menos de 2 horas.
Las últimas encuestas dan un giro a la campaña electoral de Brasil. Aunque Dilma Rousseff sigue liderando la intención de voto, con un 40 por ciento, el segundo lugar ahora lo ocupa Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia con el 24 por ciento de los apoyos. Por detrás de él se sitúa Marina Silva, con un porcentaje de 21 puntos.
Si se mantiene esa tendencia hasta este domingo, a la segunda vuelta pasarían Rousseff y Neves. Precisamente ambos han realizado actividades este sábado en Belo Horizonte. Luego, la aún presidenta tiene programada una caminata en Porto Alegre. Por otro lado Marina Silva ha convocado una caravana en Sao Paolo. Por ley, los postulantes no pueden pedir el voto, pero sí que pueden encontrarse con sus simpatizantes. James Petras, profesor emérito de Estudios Latinoamericanos considera que Silva ha perdido apoyos debido a la incoherencia de su programa.