La revista 'The Atlantic' cita a un oficial de la inteligencia kurda que alerta ante una posible masacre en la ciudad siria de Kobani, en la frontera con Turquía. La ciudad se encuentra asediada por unos 9.000 milicianos del Estado Islámico armados con tanques y lanzacohetes.
El periodista de 'The Atlantic', Jeffrey Goldberg, habló por teléfono con un oficial de la inteligencia kurda, Rooz Bahjat, que advierte que Kobani podría ser tomada por el Estado Islámico en 24 horas. Si los yihadistas logran entrar en la ciudad, según dijo el oficial, podrían matar a miles de los residentes locales y a los refugiados kurdos, turcomanos, cristianos y árabes que han llegado desde otras partes del país. Según Bahjat, unas 50.000 personas permanecen en la ciudad.
"Podrá producirse una masacre terrible. Si logran tomar la ciudad, deberemos esperar 5.000 muertes en 24 o 36 horas", dijo Bahjat. "Será peor que Sinjar", dijo el oficial refiriéndose al lugar de la masacre tras la que el presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó bombardear posiciones del Estado Islámico. Bahjat afirmó que los bombardeos no tienen una escala significativa y no son eficaces.
En este momento la indecisión de la comunidad internacional no puede ser perdonada
Bahjat asegura haber confirmado que Turquía está retirando sus tropas de la zona fronteriza para evitar una confrontación con el Estado Islámico. "Es increíble. Turquía forma parte de la OTAN, por eso aquí vemos que la OTAN no hace más que mirar lo que está pasando aquí. Todo el mundo puede verlo a través de las cámaras", dijo el representante de la inteligencia kurda.
"No podemos dejar que esto pase. A mí, como kurdo, me indigna ver a mis hermanos asesinados. Como secular, me preocupa ver cómo muere la esperanza de libertad, y como ser humano me indigna ver a estos monstruos cometer un genocidio", lamentó el oficial.
Los kurdos tienen menos tropas que el Estado Islámico y no tienen armas pesadas. "La situación se vuelve más y más desoladora. En este momento la indecisión de la comunidad internacional no puede ser perdonada", concluye Jeffrey Goldberg.