Los documentos publicados por el excontratista de la Agencia de Seguridad nacional (NSA) Edward Snowden, revelaron la dimensión real de la vigilancia sobre los internautas, y la colaboración de los gigantes informáticos y de redes sociales como Microsoft, Google, Facebook, Yahoo y LinkedIn. Posteriormente, dichas empresas llegaron a un acuerdo con el Departamento de Justicia, que les permite publicar la información sobre la cantidad aproximada de peticiones de información que reciben de los agentes de vigilancia.
Sin embargo, Twitter no se unió a este acuerdo y lleva meses negociando con el Gobierno estadounidense, exigiendo permiso para publicar la cantidad exacta de tales solicitudes. Al no alcanzar acuerdos a través de la negociación, se dirigió al Tribunal de Distrito del Norte de California para que declare inconstitucional la restricción impuesta por el Gobierno.
Today we're taking legal action to provide more #transparency to our users about requests from the US government. https://t.co/hyY4Ui3dDH
— Twitter (@twitter) 7 октября 2014
Según la red social, dicha regulación viola la Primera Enmienda a la Constitución que, en particular, garantiza la libertad de expresión y la libertad de prensa, permitiendo además solicitar una compensación por agravios gubernamentales.